Palas de última generación fabricadas en España
Mucho se habla de los diferentes tipos de palas que podemos encontrar en el mercado. Vamos hoy a intentar clasificarlas según tres criterios que creo os ayudarán a elegir vuestra siguiente pala.
El primer criterio es la forma de la pala. Después de muchas pruebas más o menos exitosas, la práctica totalidad de las marcas se han decantado por dos formas principales: la redonda y la lágrima (quizás esta última sea la más extendida). La pala redonda nos proporciona mayor control debido a que el punto de impacto se encuentra más cerca de la mano (cualquier golpeo a una pelota será más complicado cuanto más alejado de la mano lo realicemos). Ese mayor control sin embargo va en detrimento de la palanca disponible y por lo tanto de la velocidad de nuestros tiros. Las palas con forma de lágrima tienen las cualidades contrarias a las redondas, esto es, mayor potencia y menor control. Mi consejo y preferencia se decanta por las palas con forma de lágrima. La razón es sencilla: el control lo puedo mejorar hasta el infinito con el entrenamiento, sin embargo la pala marca un límite en cuanto a la “potencia de fuego” de que dispondré.
Un segundo criterio es el material que compone la pala. Sin entrar en demasiados detalles técnicos, los materiales que componen una pala definen su dureza. En concreto de la combinación entre el núcleo de la pala y los diferentes recubrimientos que se le van añadiendo. Así y para que tengáis unas ideas básicas, las gomas EVA o FOAM son los dos materiales que suelen componer el núcleo, siendo las gomas FOAM más blandas que las EVA. Al recubrimiento de fibra de vidrio puede o no añadírsele fibra de carbono, un material ligero pero muy duro.
Así pues nos encontraremos en el extremo de palas blandas a aquellas con núcleo de FOAM y sin carbono. En el otro extremo aparecen las palas de goma EVA con la utilización de la fibra de carbono en el recubrimiento. Mi recomendación es jugar con la pala más dura con la que nos sintamos cómodos. La razón es la siguiente: las palas duras ofrecen mayores prestaciones porque despiden más, mientras las palas blandas son mucho más agradables y ofrecen más control. La buena elección es aquella que me permita disponer de una pala que despida bastante y yo me sienta cómodo al golpear.
Hemos visto hasta ahora que las prestaciones de una pala dependen de la forma y componentes de la misma. Evidentemente la forma de la pala es un dato que salta a la vista y no tiene discusión. Pero las tripas de la pala no saltan a la vista y hay ciertas puntualizaciones que el comprador debe conocer. Para empezar la utilización del carbono encarece el producto, pero tal como hemos visto su utilización no hace mejor a una pala sino que le da más dureza, lo cual no es bueno ni malo. Es por ello que, lamentablemente, hay marcas que anuncian la utilización de ese material pero en realidad en su composición aparece en cantidades ridículas que no aportan nada.
El tercer criterio es la procedencia de la pala. Una gran mayoría de las palas se fabrican en unas pocas fábricas asiáticas. El resto, las menos, se fabrican en España o Argentina. La razón: los costes. Es más barato fabricar en Asia. Las palas fabricadas en Argentina o España lo suelen destacar ya que el comprador valora como mejores los productos manufacturados en esos países. Algunas de las fabricadas en Asia destacan su diseño español.
